Durante la gestación todos nos ven más guapas y en la
mayoría de los embarazos normales las mujeres realmente lo están. Primero
porque emanan vida y segundo, porque los complementos vitamínicos que el médico
receta hacen que nuestro cabello, nuestra piel y nuestras uñás... están en
perfecto estado.
Aún así, este estado de buena esperanza no es el mejor
momento para dejarse llevar por la naturaleza particular de cada una. No debes
olvidar que cuando des a luz y tu cuerpo vuelva a su ser, la piel se habrá
estirado tanto que si no la has cuidado, habrá dejado sus huellas sobre ti, y
que el bajón de hormonas, puede causar estragos en nuestro cabello y nuestro
rostro. Así que ¡es el momento de actuar!
No te vamos a calentar la cabeza con miles de historias para
no dormir sobre qué le pasó a la embarazada que se dejó llevar... Te vamos a
dar las claves para luchar con eficacia contra los cuatro males, más comunes,
de la embarazada de hoy y siempre: Manchas, estrías, piernas cansadas y
picores. Si los tienes controlados... no sólo estarás radiante, sino que
recuperarte después te será muchísimo más fácil.
Evitar o paliar las
manchas: También se llama cloasma (aparición de manchas color café con
leche de más o menos intensidad, que aparecen en la cara (bigote, pómulos,
frente), en parte dependiendo de la exposición más o menos intensa a la luz
solar). Primer dato a tener en cuenta: PROTÉGETE AL MÁXIMO del sol. No te
aseguramos que no te salgan las manchas del embarazo, pero sí que paliarás sus
efectos y te saldrán menos. ¡Ojo! no a todas las embarazadas les aparece pero
sí que todas deben protegerse del sol.
Las cremas que puedes usar son las mismas que has usado en otras ocasiones, así que corre a la farmacia y pídele una a tu farmacéutico, él sabrá cual te conviene. Hazte con un sombrero de ala ancha, una pamela informal para ir a la playa o a la piscina, de este modo evitarás que el sol te dé directamente en el rostro. ¿Quieres ver todos los solares nuevos de este año? No te pierdas nuestro especial, según tu presupuesto.
Las cremas que puedes usar son las mismas que has usado en otras ocasiones, así que corre a la farmacia y pídele una a tu farmacéutico, él sabrá cual te conviene. Hazte con un sombrero de ala ancha, una pamela informal para ir a la playa o a la piscina, de este modo evitarás que el sol te dé directamente en el rostro. ¿Quieres ver todos los solares nuevos de este año? No te pierdas nuestro especial, según tu presupuesto.
Huellas en la piel. Evitar
las estrías debe ser una de tus prioridades este verano. No sólo porque son
antiestéticas y signo de un cambio bruco de peso, sino porque en apariencia,
envejecen el cuerpo y afean la figura. Las estrías son efectivamente las
huellas que la piel deja cuando se estira o contrae sin tener la debida
hidratación en un espacio corto de tiempo. Así que ya sabes: HIDRATAR AL
MÁXIMO. Lo puedes hacer con alguna crema específica de estrías, pregunta en la
farmacia porque tienes muchísimas donde elegir: Mustela, Isdin,
Roc... Ten en cuenta que la piel de la embaraza se estira tanto que
multiplica por 10 su superficie. También puedes utilizar algún remedio casero
como aplicar aceite de oliva en las zonas más conflictivas: pecho, caderas,
tripa, muslos. Aunque siempre será más pringoso que la clásica crema específica
o untuosa súper hidratante que puedas encontrar en tu centro de belleza.
¡Uff! Mis piernas. Este
es el otro punto débil de casi toda embarazada: las piernas cansadas. Para
combatirlo o paliarlo lo mejor que puedes hacer es caminar, poner las piernas
en alto y hacer movimientos en los tobillos para que la circulación de retorno
mejore, darte masajes de drenaje linfático o aplicarte geles de efecto frío en
las piernas a la vez que te das un masaje. Si estás pasando unos días en la
playa a provecha para dar paseos por la orilla, con el agua del mar a media
pierna, y has ejercios dentro del agua. No sólo mejorarán las piernas, los pies
se te quedarán suaves y libres de grietas (propias del final del embarazo
cuando los pobre ya no pueden soportar más peso). Para evitar que se acumulen
más líquidos de los necesarios evita las comidas pesadas y las bebidas
gaseosas, intenta dormir de sobre el costado izquierdo y con un cojín entre la
piernas, así también evitarás los dolores de espalda, que ya empiezan a
notarse.
¡Me pica todo! Y
a la mayoría de las embarazas también, pero lo puedes controlar. Una vez más lahidratación es
tu gran aliado. Los picores, sobre todo de la zona de las mamas y la tripa, son
fruto del estiramiento de la piel, que si no está bien hidratada, se descama.
Intenta no rascarte y utiliza cremas de avena. Para mantenerte en forma, haz
ejercicio moderado y aprovecha a nadar que es el más completo de todos.
Reducirás el dolor de espalda, aumentarás la autoestima, te preparas para el
parto y reduces las tensiones.